lunes, 4 de mayo de 2009

Equidad de género y ridiculez idiomática

Desde hace un tiempo se ha colado en todos los discursos demagógicos, textos educativos y sentencias de las Corte Constitucional un nuevo invento, por no decir una guerra idiomática tranzada por los defensores de la equidad de género, quienes se han puesto en la tarea de crear nuevos términos para decir que el género femenino también existe, aunque siempre ha existido, sin temer por la ridiculización del lenguaje, obligando incluir dentro de la expresión verbal y escrita terminaciones que señalen de forma clara el señalamiento hacia lo que son las mujeres. Algunos incluso sostienen que luchan por la reivindicación de los derechos femeninos, particularmente en el discurso. Ahora me pregunto ¿existe también la discriminación idiomática? Hagamos el siguiente ejercicio y leamos de corrido, a ver si entendemos algo:
Yarumaleños y yarumaleñas, los y las niños y niñas, los y las jóvenes y jovencitas, los y las abuelos y abuelas.
Sean todos y todas, bienvenidos y bienvenidas a este evento organizado para discutir el papel de la equidad de género en la sociedad y la participación en política de los y las líderes y liderezas de nuestro municipio.
Ellos y ellas, los y las hombres y mujeres, los y las padres y madres de familia, los y las forjadores y forjadoras de una sociedad, son los y las responsables de la educación de los y las niños y niñas, los y las hombres y mujeres del mañana, los y las próximos líderes y liderezas de nuestro país, los y las presidentes y presidentas de nuestra República.
Los y las actuales políticas públicas implementadas por el actual gobierno para cerrar la brecha de la división entre los y las hombres y mujeres, partícipes y participantes del proyecto de equidad de género, un proceso de reivindicación de los y las derechos y oportunidades, desconocidas y desconocidas, para la mayoría de los y las hombres y mujeres de nuestra patria.
Después de haber leído el texto, que es como debe ser escrito de acuerdo a las actuales sentencias de la Corte y los discursos de equidad de género, cree usted que es comprensible acatar este tipo de ridiculización del lenguaje. Aunque pocas veces lo aplican, según he visto, porque ante un público simplemente se limitan a decir y saludar a hombres y mujeres, sin agregar los artículos los y las, un sinnúmero de veces y decir que hombres y mujeres tienen derechos, y esto y aquello.
Dígame usted, amigo lector, con toda sinceridad, si no es jarto tener que hacer tanto énfasis y aclaración de la inclusión de la mujeres en el discurso oral y escrito de la mujeres, niñas, madres de familia, poetas y políticas al referirse a palabras y expresiones que incluyen a las mujeres. Por ejemplo: padres de familia, niños, trabajadores, maestros, la existencia del hombre, poetas universales, e innumerables ejemplos.
Ya hasta se han propuesto en cambiar lo políticamente correcto y hacerse sentir, por lo que El origen del hombre, obra del naturalista Alexander Oparín debe llamarse El origen del hombre y la mujer; incluso, algunas feministas como Florence Thomas, una atea como ninguna ha propuesto entutelar a la iglesia católica porque el nombre de Dios también es discriminatorio, según ella debe referirse a el Dios y a la Diosa, o es que acaso sabe Benedicto XVI cuál es el sexo de Dios. No falta si no que vuelvan a convocar un Concilio como el de Nicea, donde según cuentan se pasaron un largo tiempo discutiendo si Jesús había tenido ombligo.
Y para concluir con la defensa del lenguaje sigo con mi propio discurso de equidad de género:
Los y las padres y madres de familia, los y las progenitores y progenitoras de los y las niños y niñas del mañana tienen un papel muy importante dentro del proceso generacional de los y las derechos de los y las hombres y mujeres, los y las trabajadores y trabajadoras, honestos y honestas, que han ayudado a forjar los y las pilares y pilastras de nuestra deteriorada y deteriorada democracio o democracia.
Como sé que por este concepto idiomático me ganaré más de un madrazo, o padrazo, ya ni sé, por machista o clerical, lo cual es una herejía, quiero aclarar que no es por capricho o desconocimiento, ni más faltaba, que quienes hacemos de las letras nuestra arma de batalla no reconozcamos el papel que representa el feminismo, ahora llamado equidad de género, dentro de la historia, si no que por ningún motivo es aceptable, por sintaxis o morfología idiomática, el uso de las palabras como nin@s, argumentando incluir a las mujeres, porque quieran o no, por morfología, filología y lingüística palabras como hombre, padre y trabajadores incluyen al género femenino.

Apostilla: En los próximos días saldrá a la venta un libro que tiene por nombre Manual de Ateología, una sustentación literaria con varios textos ensayísticos de columnistas de opinión, políticos, escritores, economistas, entre otros profesionales, donde expondrá cada uno el por qué de su anticlericalismo y ateísmo. Algunos de ellos, siempre tan polémicos, siguen agarrados con la iglesia, como son: Héctor Abad Faciolince con el señor de los infiernos López Trujillo; Felipe Zuleta Lleras, con el iluminado salgareño; Carlos Gaviria, ratificando su agnosticismo, y Humberto de la Calle Lombana defendiendo la libre expresión, como cuando fue el abogado defensor de la revista SOHO por la foto de la última cena y el texto de Fernando Vallejo, donde Jesús era una modelo, muy bien reencarnada.

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