viernes, 7 de enero de 2011

Un balance político con proyección

Como todo año que termina es necesario hacer balance de los logros y éxitos políticos que nos propusimos o, en un concepto más individual –se propusieron los políticos-, haremos el respectivo balance, como un ejercicio para enfrentar la contienda local que se avecina para el próximo año.

Comencemos por los partidos que hacen parte de la Unidad Nacional, propuesta por el presidente Santos.

El partido oficial de gobierno y que tiene el poder en Yarumal, La U, se fijó una meta de consolidar la fuerza local con las elecciones de Cámara y Senado, y que fue ratificada en la primera y segunda vuelta presidencial, con un significativo resultados de votos, por lo que se aspira a que haya un consenso generalizado de los electores para apoyar a quien salga designado como candidato único: Fernando Espinosa y Julio Aníbal Areiza, dos líderes que han mostrado trabajo, reconocimiento, popularidad y resultados.

En cuanto al Partido Conservador, con un apretado margen de triunfo, que es más bien un llamado a la reunificación de los militantes, no tuvo un muy buen comportamiento en las elecciones, si aspira a gobernar a Yarumal los próximos años, dado que de la baraja de candidatos a la Cámara y Senado no obtuvieron un número importante de votos -si hablamos del oficialismo-, que apoyó la fórmula de Germán Blanco y Olga Suárez Mira. Los ganadores -si puede llamárseles así-, fueron los que trabajaron con Marta Ramírez y Liliana Rendón. De aquí puede partir una premisa: ¿Hacen parte del Partido Conservador? ¿Por lo tanto, se suman como potencial electoral? Habría que analizarlo, porque oficialismo hay uno solo. Lo demás, los grupos de personas organizadas, suman como adhesión a un próximo candidato a la Alcaldía. En el tema de candidatura única para disputar la Alcaldía hay tres fijos: Leonardo Correa Roldán, Miguel Peláez y Pablo Yamit Ramírez, quien no se ha definido o, por lo menos eso se cuenta, que aún no tiene partido.

Los liberales, divididos en torno a sus líderes Rodrigo Jaramillo Villegas –el ex alcalde- y Fredy Alonso Mazo –ex candidato a la Alcaldía-, mostraron el desgaste político en que se encuentran. La maquinaria que en otrora funcionó para el congresista Óscar Hurtado no dio visos de reacomodamiento ni fortalecimiento, si vemos que Yolanda Pinto y Luis Fernando Duque, dos políticos cercanos a los liberales, se quemaron, por lo que no quedó más remedio que buscar el aterrizaje en el éxito logrado por Jhon Jairo Roldán Avendaño, un hijo de Yarumal en la Cámara de Representantes (?) -aunque parece negado-, pues nunca se había visto ni sonado en los corrillos políticos. Por su parte, Fredy Mazo dice contar con el apoyo de Eugenio Prieto, quien fue despreciado por los jaramillistas.

Del grupo de liberales hay dos disidencias que han sumado más desconcierto al panorama político. Javier Orrego Arango, concejal por Cambio Radical y ex alcalde, renunció a las toldas rojas y aspira a ser candidato a la alcaldía por el partido de Vargas Lleras. Fredy Mazo, que se sostiene en la disidencia -a pesar del tufillo de ser estrategia política-, al parecer va por el Partido Verde, según fuentes muy cercanas al ex candidato vicepresidencial Sergio Fajardo, quien estuvo de visita en Yarumal. Dos figuras que ondean como independientes pero que podrían reubicar su rumbo en las toldas rojas.

En una minoría no despreciable –sobre todo por el número de sus militantes-, como el Polo Democrático y el Partido Verde, las cosas marchan bien. Esperan, como muchos electores, que se definan los candidatos a la alcaldía para adherirse a la candidatura. Habrá qué esperar a ver qué decide el Polo, donde varios amigos han acertado en decirle no a algunos candidatos, por haber defraudado a Yarumal.

El panorama está claro para comenzar a hacer cábalas de quiénes serán los candidatos a la alcaldía de Yarumal. Ojalá la prudencia y la sapiencia de los equipos de trabajo y directorios no desvíe el rumbo que se ha venido definiendo en los últimos tres años en Yarumal, donde se han sumado los logros que se han conseguido en las elecciones parlamentarias y presidenciales. Congresistas amigos y Presidente de la misma corriente.

Tomar las decisiones con la mayor calma y, considerando quién sea el mejor candidato, deberá ser la regla de oro para definir quién regirá en los próximos años los destinos de Yarumal: un municipio con un alto índice de desempleo y una marca indeleble en la desprotección del tejido social. Un año 2011 de muchos retos y desafíos. Ojalá no nos vayamos a equivocar.